En un lugar de la Tierra, cuyo nombre no me sale en Google, no hace mucho tiempo que vivía un joven de los de PSP en mano, gafas de culo de vaso, pelo despeinado y tortuga como mascota. Un Internet de algo más un mega que tres, porno por web-cam las mas noches, partidas de Magic los sábados, maratón de El Señor de los Anillos los viernes, y alguna batalla de Warhammer de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su paga. El resto de ella concluían en camisetas con chistes informáticos, vaqueros pasados de moda, calzoncillos de Superman, y las más veces, estando en casa, se honraba con su pijama de Snoopy de lo más fino. Tenía en su casa una madre que pasaba de los cuarenta, y una hermana pequeña que no llegaba a los trece, y la susodicha tortuga, que no hacía nada.Frisaba la edad de nuestro joven con los 25 años; era de complexión torcida, rechoncho, mofletes marcados, vago empedernido y amigo de nadie. Dicen que tenía por nombre el topónimo Quintero, o Querol, pero en esto hay algunas diferencias en los autores que desto escriben; aunque, de manera indirecta, se deja entender que se llamaba Quique. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Aventúrese en la lectura...
domingo, 11 de octubre de 2009
El ingenioso padawan Don Kyxot de las Galaxias
Etiquetas:
Destacados de la semana,
incilibros